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RPG Hogwarts: Negación
Pareja: Eitan/Sean
Rating: PG-13.
Notas de autor: Esto es después de un leve accidente. El caso es que Sean estuvo en preligro, por su enfermedad y eso y luego Eitan baka que se aprovecha. Esto ocurre más o menos en quinto curso.
No tuvo nada que ver con amor. Nada, absolutamente nada.
Si lo besó fue para demostrar que podía, si en algún momento sintió algo más no fue amor. Deseo, placer, ternura, quizá un poco de cariño, un tanto más de diversión, pero nunca, en ningún momento fue amor.
Como sucede en la guerra, después de la masacre, cuando los hombres que sobreviven toman a cualquier mujer y demuestran, con su cuerpo, que aún están vivos. Una simple prueba, una necesidad biológica.
Porque pudo perderlo y no, no puede ser de esa manera, porque es suyo, aunque esa chiquilla le ronde, aunque él se resista. Porque el que se negara no importa, así como tampoco importa si ahora le odia o no. Y ni siquiera fue mucho. Besos ligeros, tacto descarado, arrancar botones y lamer su piel, sin morder, sin lastimar y aquel "glupiyî, pudiste haber muerto" susurrado como un regaño contra su cuello.
A lo más, fue preocupación. Porque el idiota es delicado, porque una herida demasiado grande puede costarle la vida y porque es su Coppélia y su reemplazo de Vladimir y es "míomíomío" cuando le sentía estremecer entre sus brazos.
Y Sean no le mira, cubriéndose con las sábanas aunque haga calor, sin armar la escenita que Eitan esperaba. Sin regaños, sin siquiera desprecio y se reduce todo a algo como indiferencia y un "esto no pasó" que apenas se escucha y sella el secreto, con un tono que indica que no volverá a pasar y que tal vez, él también necesitaba hacerlo, lo que no ha sido mucho, pero a la vez es demasiado.
Kavanagh asiente, regresando a su propia cama y regresa el trato, el no hablarse y ser extraños.
Lo que pasó no tuvo que ver con amor, puede asegurarlo.
Y aún así, no entiende por qué de pronto lamenta que así sea.
Rating: PG-13.
Notas de autor: Esto es después de un leve accidente. El caso es que Sean estuvo en preligro, por su enfermedad y eso y luego Eitan baka que se aprovecha. Esto ocurre más o menos en quinto curso.
No tuvo nada que ver con amor. Nada, absolutamente nada.
Si lo besó fue para demostrar que podía, si en algún momento sintió algo más no fue amor. Deseo, placer, ternura, quizá un poco de cariño, un tanto más de diversión, pero nunca, en ningún momento fue amor.
Como sucede en la guerra, después de la masacre, cuando los hombres que sobreviven toman a cualquier mujer y demuestran, con su cuerpo, que aún están vivos. Una simple prueba, una necesidad biológica.
Porque pudo perderlo y no, no puede ser de esa manera, porque es suyo, aunque esa chiquilla le ronde, aunque él se resista. Porque el que se negara no importa, así como tampoco importa si ahora le odia o no. Y ni siquiera fue mucho. Besos ligeros, tacto descarado, arrancar botones y lamer su piel, sin morder, sin lastimar y aquel "glupiyî, pudiste haber muerto" susurrado como un regaño contra su cuello.
A lo más, fue preocupación. Porque el idiota es delicado, porque una herida demasiado grande puede costarle la vida y porque es su Coppélia y su reemplazo de Vladimir y es "míomíomío" cuando le sentía estremecer entre sus brazos.
Y Sean no le mira, cubriéndose con las sábanas aunque haga calor, sin armar la escenita que Eitan esperaba. Sin regaños, sin siquiera desprecio y se reduce todo a algo como indiferencia y un "esto no pasó" que apenas se escucha y sella el secreto, con un tono que indica que no volverá a pasar y que tal vez, él también necesitaba hacerlo, lo que no ha sido mucho, pero a la vez es demasiado.
Kavanagh asiente, regresando a su propia cama y regresa el trato, el no hablarse y ser extraños.
Lo que pasó no tuvo que ver con amor, puede asegurarlo.
Y aún así, no entiende por qué de pronto lamenta que así sea.