Waltz. ¿Por qué no? [Evento]
Aug. 11th, 2011 03:36 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png){kind=small}
leitmotivFandom: Waltz
Prompt: ¿Por qué?
Palabras: 697
Aprieta los puños con fuerza, observando fijamente el piso, temblando de la rabia contenida. Respira profundo, muy profundo y despacio, tratando de controlarse, pero le cuesta porque es un niño, porque tiene apenas los ocho y no sabe de control. Escucha de fondo la voz de la profesora, diciendo todas aquellas cosas que antes creyó pero que apenas hace cinco minutos comenzaron a tornarse borrosas y huecas, llenas de fisuras y endebles como castillo de naipes.
(- ¡Está equivocada!
- No levantes la voz.
- Pero está equivocada. Está diciendo algo tonto.
- Eso dice aquí y no olvides que esta es la palabra de Dios.
- ¡Pues Dios está equivocado! )
Se muerde los labios con insistencia, girando un poco el rostro para distinguir al resto de los niños que permanecen sentados en las bancas de la iglesia, escuchando la voz de esa mujer que no sabe lo que dice. Mira a la niña rubia que en ese instante le mira también, con la mirada verde muy clara y puede leer en sus ojos que se siente apenada por él.
"Pero yo tengo razón", gruñe mentalmente y deja de verla a ella para verlo a él.
Su hermano no le mira, con los ojos miel tratando de fijar la vista en el pizarrón que la maestra ha llevado, porque le es difícil, aunque dentro de poco podrá ver mejor. Travis aprieta los puños nuevamente, sintiendo sus propias uñas encajarse en su carne, causándole un dolor punzante que le tranquiliza.
No es justo y no lo entiende. Demian es su hermano, es su gemelo, Demian es su pequeño hermano y su todo. Daría la vida por él, su alma entera. Y Demian no ha sido capaz...
Desvía la vista, entrecerrando los ojos, esperando el poco tiempo que falta para que la clase acabe. Estúpido catecismo, estúpida su madre que insistió en eso, imbécil la maestra que enseña mentiras y la iglesia que es institución corrupta. "Amaos los unos a los otros, claro, predican y no hacen"
Cuando la clase termina, sale antes de que la profesora pueda detenerle, sin saber por qué se ha quedado cuando podía marcharse en cualquier momento, escapando de aquel recinto de injusticia. Pero lo entiende cuando, a un par de calles, se detiene para observar a su hermano correr, algo lento, hasta él, respirando agitado.
- ¿Por qué? - Pregunta Travis en cuanto lo tiene delante, sin esperar siquiera a que recobre el aliento.- ¿Por qué, Demian?
- ¿De qué hablas? - Pregunta el otro, cuando puede hacerlo y se aferra al brazo de su hermano.
Travis se suelta bruscamente, irritado.
("No yacerás con varón como con mujer; es abominación".
- Qué estúpido. Papá y Patrick no son una abominación.
- Travis, calla, la profesora te escuchará.
- Que me escuche. Esto es estúpido, ¿o vas a creerlo, Mara? ¿Que lo de tu padre y el mío está mal?
- No, no está mal, pero...
- Travis, Mara, ¿algo que compartir con la clase?
- Sí. )
No sabe si Demian comprende cuánto ha dolido. Fue un insulto a quienes más quiere, a su propia sangre. Porque Travis lo sabe, que Mikel y Patrick se aman, con fuerza, con demasiado fervor, como no ha visto a nadie más amarse. Porque sonríen mucho y son felices, porque le han dado un buen hogar, una familia, cariño; porque Patrick es un médico que salva vidas, incluso la de aquellos que le condenan y Mikel hace feliz a mucha gente y ayuda torpemente en todo lo que puede. Son buenas personas...
- ¿Por qué no me apoyaste, Demian Jael? – Y lo suelta en un siseo. - ¿Por qué no me apoyaste cuando dije que eso era mentira? ¡¿Por qué no los defendiste?!
El silencio le asfixia, pero espera, hasta que Demian comienza a andar, rumbo a la casa, despacio.
- Demian…
- No los conozco. Llevo menos de un año viviendo con ustedes…
Musita y Travis no le sigue, mirándole alejarse a lo lejos. Y entonces golpea el farol apagado, sin importar cuanto duele, porque le duele más lo que ha descubierto y lo que siente dentro y que le aprieta el corazón.
”Maldito cobarde”
Prompt: ¿Por qué?
Palabras: 697
Aprieta los puños con fuerza, observando fijamente el piso, temblando de la rabia contenida. Respira profundo, muy profundo y despacio, tratando de controlarse, pero le cuesta porque es un niño, porque tiene apenas los ocho y no sabe de control. Escucha de fondo la voz de la profesora, diciendo todas aquellas cosas que antes creyó pero que apenas hace cinco minutos comenzaron a tornarse borrosas y huecas, llenas de fisuras y endebles como castillo de naipes.
(- ¡Está equivocada!
- No levantes la voz.
- Pero está equivocada. Está diciendo algo tonto.
- Eso dice aquí y no olvides que esta es la palabra de Dios.
- ¡Pues Dios está equivocado! )
Se muerde los labios con insistencia, girando un poco el rostro para distinguir al resto de los niños que permanecen sentados en las bancas de la iglesia, escuchando la voz de esa mujer que no sabe lo que dice. Mira a la niña rubia que en ese instante le mira también, con la mirada verde muy clara y puede leer en sus ojos que se siente apenada por él.
"Pero yo tengo razón", gruñe mentalmente y deja de verla a ella para verlo a él.
Su hermano no le mira, con los ojos miel tratando de fijar la vista en el pizarrón que la maestra ha llevado, porque le es difícil, aunque dentro de poco podrá ver mejor. Travis aprieta los puños nuevamente, sintiendo sus propias uñas encajarse en su carne, causándole un dolor punzante que le tranquiliza.
No es justo y no lo entiende. Demian es su hermano, es su gemelo, Demian es su pequeño hermano y su todo. Daría la vida por él, su alma entera. Y Demian no ha sido capaz...
Desvía la vista, entrecerrando los ojos, esperando el poco tiempo que falta para que la clase acabe. Estúpido catecismo, estúpida su madre que insistió en eso, imbécil la maestra que enseña mentiras y la iglesia que es institución corrupta. "Amaos los unos a los otros, claro, predican y no hacen"
Cuando la clase termina, sale antes de que la profesora pueda detenerle, sin saber por qué se ha quedado cuando podía marcharse en cualquier momento, escapando de aquel recinto de injusticia. Pero lo entiende cuando, a un par de calles, se detiene para observar a su hermano correr, algo lento, hasta él, respirando agitado.
- ¿Por qué? - Pregunta Travis en cuanto lo tiene delante, sin esperar siquiera a que recobre el aliento.- ¿Por qué, Demian?
- ¿De qué hablas? - Pregunta el otro, cuando puede hacerlo y se aferra al brazo de su hermano.
Travis se suelta bruscamente, irritado.
("No yacerás con varón como con mujer; es abominación".
- Qué estúpido. Papá y Patrick no son una abominación.
- Travis, calla, la profesora te escuchará.
- Que me escuche. Esto es estúpido, ¿o vas a creerlo, Mara? ¿Que lo de tu padre y el mío está mal?
- No, no está mal, pero...
- Travis, Mara, ¿algo que compartir con la clase?
- Sí. )
No sabe si Demian comprende cuánto ha dolido. Fue un insulto a quienes más quiere, a su propia sangre. Porque Travis lo sabe, que Mikel y Patrick se aman, con fuerza, con demasiado fervor, como no ha visto a nadie más amarse. Porque sonríen mucho y son felices, porque le han dado un buen hogar, una familia, cariño; porque Patrick es un médico que salva vidas, incluso la de aquellos que le condenan y Mikel hace feliz a mucha gente y ayuda torpemente en todo lo que puede. Son buenas personas...
- ¿Por qué no me apoyaste, Demian Jael? – Y lo suelta en un siseo. - ¿Por qué no me apoyaste cuando dije que eso era mentira? ¡¿Por qué no los defendiste?!
El silencio le asfixia, pero espera, hasta que Demian comienza a andar, rumbo a la casa, despacio.
- Demian…
- No los conozco. Llevo menos de un año viviendo con ustedes…
Musita y Travis no le sigue, mirándole alejarse a lo lejos. Y entonces golpea el farol apagado, sin importar cuanto duele, porque le duele más lo que ha descubierto y lo que siente dentro y que le aprieta el corazón.
”Maldito cobarde”
