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leitmotiv ([personal profile] leitmotiv) wrote2011-08-11 03:40 pm

Yaji Ash-Shuthath. General. Placebo. #7

Fandom: Yaji Ash-shuthat (Original)
Tabla | Prompt: Placebo | 7.- Always stays the same, nothing ever changes
Claim: General.
Rating | Advertencias: G | Ninguna.
Notas: Poco entendible, creo, sólo una muestra pequeña de la mala relación entre Willow y su padre y el por qué de ella.

A Keiro le desespera profundamente el verla ahí, sentada en el alfeizar de la ventana, siguiendo con esos ojos color granate el recorrido de las gotas de la fría lluvia. Le desespera, porque cuando la ve ahí, no parece su pequeña niña, no parece la pequeña Willow, de apenas seis años, porque frunce el ceño algunas veces y masculla en voz baja frases extrañas.

- Willow...

Ella no despega la vista del cristal y parece demasiado dentro de sus pensamientos.

(Sus pensamientos que son como neblina densa, extensa y confusa; donde se pierde y no es capaz de encontrar salida, donde la voz que le guía es sospecho y ella teme que le mienta, que la lleve más profundo en el bosque de los recuerdos ajenos y le enseñe más de esas masacres que está cansada de ver).

- Willow, ¿no quieres ver televisión un rato? - Le pregunta, ocultando lo irritado que su frustración le pone y tratando de hacer sonar su oferta tentadora.

Pero la niña niega, sin verle y es apenas un moverse de sus cabellos negros lo que a Keiro le indica que ha dicho que no. Entonces él se muerde los labios, muy suavemente y se acerca con pasos sordos. Ni estando ya a pocos centímetros del cuerpo de la infante ella se digna a mirarle.

- Willow, basta.

(Está en Inglaterra y llueve, copiosamente y las gotas caen una tras otra, pero no logran sacarla de su abismo, ahí, donde no está oscuro pero se está incómodo. Está en Inglaterra, con su padre, su madre y su hermano, pero está sola, porque dentro de ella hay más que fuera y dentro de ella está la realidad. Dentro de su mente está la voz que comienza a burlarse de la situación, que susurra a sus oídos hechos que han pasado otras veces y que asegura que volverán a pasar. Y Willow le cree.)

Amke llora en el piso de abajo y Keiro puede escuchar la voz de Antonella al hablarle al niño y hasta puede percibir sus pasos en la sala tratando de arrullarle. Willow parece reaccionar ante ese sonido y se lleva las manos a la cabeza, aplastando sus oídos, taponando toda forma de sonido.

- ¡Basta! - Keiro le grita, aunque quedo, esperando que Antonella no haya escuchado y trata de apartarle las manos, bruscamente.

- ¡Basta! - Reacciona finalmente, gritándolo con la voz un poco rota, como si le doliera y aunque su padre la suelta inmediatamente, ella sigue luchando, consigo misma. -¡Basta! ¡Basta!

(Dentro de ella se agitan mares embravecidos y se traza un mapa de eventos transitados. Y tiene miedo, porque los caminos que le quedan no son buenos. Porque ha superado la primera prueba y su hermano pequeño es el resultado, pero hay más que vendrán que la llevarán por caminos antes recorridos a los que ella odia y teme. No quiere vewr más sangre derramada, no quiere dañar a su príncipe ni quiere proteger a la princesa como hizo antes).

Retrocede, él y escucha los pasos en la escalera, su esposa que va subiendo tras haber escuchado aquello. Y Willow sigue frente a él y ahora llora, quedito, más callada, pero igual que antes, la misma mirada que se enfoca en otras cosas y la misma frase que la ha escuchado repetir demasiadas veces.

Por ese momento la odia. Por ese instante, desearía golpearla, hacerla llorar de verdad, con un motivo y desaparecer de ella aquello que está mal. Que sea una niña como las otras, que se deje de fantasías estúpidas, de inventar historias que no pasaron. Que deje de referirse a sí misma como si fuese un chico, que dejara de comportarse así. Y entonces quererla. Quererla de verdad, porque ahora no. Keiro no la quiere. Comienza a odiarla.

- Creí que cambiaría.- Willow susurra y Antonella entra, dejando en brazos de Keiro a Amke, que se acurruca ya callado, mirando a su madre y su hermana, en silencio y Keiro puede sostener a su hijo y sentir que es realmente su hijo. No como ella. - Creí... pero...

Keiro las mira, abrazadas y nota la forma en que Antonella besa con cariño y suavidad entre los cabellos oscuros de la niña y trata de acallar sus murmullos bajos. La mira alzarla en brazos, llevarla hasta la cama de la habitación y sentarla, rozando sus mejillas con las manos, limpiando lágrimas inexistentes y las reales por igual.

- No cambia nada. Parece, pero no cambia...

- Antonella.

Y su esposa no le mira tampoco entonces, tan centrada en la pequeña que el resto parece invisible.

- Voy abajo con Amke.- Le dice, pero sabe que no obtendrá respuesta alguna.

Y echa un último vistazo y puede verlas, unidas en un abrazo del que él está ausente, como si Antonella fuese capaz de entender lo que le pasa a esa niña y siguen los besos y caricias y Willow parece más calmada y con su voz de niña pequeña trata de explicar. Pero él se marcha, sin ánimos de escuchar.

Keiro no puede soportarla.