Castillo de sueños. Sin título.
Aug. 10th, 2011 05:12 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png){kind=small}
leitmotivFandom: Castillo de sueños
Personaje/Pareja: Kyle Odergand, Kotaro Odergand
Rating: PG
Nº Palabras: 500
Notas: Nada bastante coherente, realmente. Kyle de 15 y Kotaro de 17.
- Iré al infierno.
Kyle habla y Kotaro baja la vista de los informes. Kyle juega con un cigarrillo entre sus dedos -pero no fuma, no puede hacerlo- y habla.
- Es seguro. Si existe, acabaré ahí y encontraré a William.
- ¿Realmente crees que lo verás ahí?
- Lo veremos - Y Kyle sonríe un poco, apenas notable y se lleva el cigarrillo a los labios, sin encenderlo. - Y lo encontraré antes que tú.
Kotaro sabe que su hermano está enfermo. Sabe que necesita ayuda, que necesita un jodido psiquiatra que le regrese a ser lo que era antes. A ser Kyle.
- Y que te conste, a Will me lo follo primero.
- Yo no soy un incestuoso.
- Lo que digas, yo sí lo soy.
- Me consta - Y Kyle se ríe al escucharle - Hey, Kyle...
- Byaness. - Corrige, recargándose en la silla y Kotaro pone los ojos en blanco - ¿Qué quieres?
- Prepara algo de comer.
- Yo no cocino. - Comienza, levantándose y yendo a la cocina. - Byaness no cocina.
- Kyle cocinaba.
- Pues Kyle no está - Sentencia, cuando regresa y planta en la mesa una caja de sopa instantánea. - Listo, servido.
- Necesito agua caliente para hacer esto.
- Es instantánea. Tú le dices, hazte y ella se hace. Algo así - Y se sienta de nuevo, entrecerrando los ojos.
- Kyle...
- Byaness, ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? - Calla, abriendo un ojo, casi mordiendo el cigarrillo en su boca - Pero en la cama sí me puedes decir Kyle.
- Kyle, Byaness, quien seas, jódete.
Y se ríe, el mocoso se ríe un poco alto y no se parece mucho a las risas de antaño, de cuando eran niños, de antes de que todo empezara. Kotaro intenta no sonreír.
- Te decía. Si el infierno existe, iré a ese lugar. Y me encontraré con William en alguna de esas orgías que se han de montar ahí abajo.
Kotaro vuelve a suspirar, regresando la vista a los informes. Hay reportes forenses que él odia leer, de heridas, de muertes que su hermano -que ellos- ha causado.
- Y me lo follaré. Lo haré gritar, seguro y suplicar. O tal vez deje que él haga eso conmigo. Así tal vez pueda dejar de amarlo, ¿tú que opinas?
- Vete a dormir.
- Aguafiestas - Y Kyle se levanta, manos en los bolsillos, caminando hasta su habitación. - Eres odioso. Realmente detesto verte, cómo me jode que seas el protagonista de mis sueños húmedos, tú, patán.
- Ahá. Buenas noches.
Cuando Kyle cierra la puerta dando un pequeño azote -comportamiento infantil y Kotaro sabe que es fachada-, él se recarga en el respaldo de la silla, observa el techo, suspira.
A veces se pregunta si hay retorno. Si dentro de ese joven aún existe su hermano, si todavía hay alguna salvación, la oportunidad de redención.
Y, casi siempre, sólo cree que caen cada vez más hondo.
Personaje/Pareja: Kyle Odergand, Kotaro Odergand
Rating: PG
Nº Palabras: 500
Notas: Nada bastante coherente, realmente. Kyle de 15 y Kotaro de 17.
- Iré al infierno.
Kyle habla y Kotaro baja la vista de los informes. Kyle juega con un cigarrillo entre sus dedos -pero no fuma, no puede hacerlo- y habla.
- Es seguro. Si existe, acabaré ahí y encontraré a William.
- ¿Realmente crees que lo verás ahí?
- Lo veremos - Y Kyle sonríe un poco, apenas notable y se lleva el cigarrillo a los labios, sin encenderlo. - Y lo encontraré antes que tú.
Kotaro sabe que su hermano está enfermo. Sabe que necesita ayuda, que necesita un jodido psiquiatra que le regrese a ser lo que era antes. A ser Kyle.
- Y que te conste, a Will me lo follo primero.
- Yo no soy un incestuoso.
- Lo que digas, yo sí lo soy.
- Me consta - Y Kyle se ríe al escucharle - Hey, Kyle...
- Byaness. - Corrige, recargándose en la silla y Kotaro pone los ojos en blanco - ¿Qué quieres?
- Prepara algo de comer.
- Yo no cocino. - Comienza, levantándose y yendo a la cocina. - Byaness no cocina.
- Kyle cocinaba.
- Pues Kyle no está - Sentencia, cuando regresa y planta en la mesa una caja de sopa instantánea. - Listo, servido.
- Necesito agua caliente para hacer esto.
- Es instantánea. Tú le dices, hazte y ella se hace. Algo así - Y se sienta de nuevo, entrecerrando los ojos.
- Kyle...
- Byaness, ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? - Calla, abriendo un ojo, casi mordiendo el cigarrillo en su boca - Pero en la cama sí me puedes decir Kyle.
- Kyle, Byaness, quien seas, jódete.
Y se ríe, el mocoso se ríe un poco alto y no se parece mucho a las risas de antaño, de cuando eran niños, de antes de que todo empezara. Kotaro intenta no sonreír.
- Te decía. Si el infierno existe, iré a ese lugar. Y me encontraré con William en alguna de esas orgías que se han de montar ahí abajo.
Kotaro vuelve a suspirar, regresando la vista a los informes. Hay reportes forenses que él odia leer, de heridas, de muertes que su hermano -que ellos- ha causado.
- Y me lo follaré. Lo haré gritar, seguro y suplicar. O tal vez deje que él haga eso conmigo. Así tal vez pueda dejar de amarlo, ¿tú que opinas?
- Vete a dormir.
- Aguafiestas - Y Kyle se levanta, manos en los bolsillos, caminando hasta su habitación. - Eres odioso. Realmente detesto verte, cómo me jode que seas el protagonista de mis sueños húmedos, tú, patán.
- Ahá. Buenas noches.
Cuando Kyle cierra la puerta dando un pequeño azote -comportamiento infantil y Kotaro sabe que es fachada-, él se recarga en el respaldo de la silla, observa el techo, suspira.
A veces se pregunta si hay retorno. Si dentro de ese joven aún existe su hermano, si todavía hay alguna salvación, la oportunidad de redención.
Y, casi siempre, sólo cree que caen cada vez más hondo.
