Multifandom. Generaciones

[leitmotiv]

Título: Generaciones
Fandom: Original
Personaje/Pareja: Odergand - Eysenck
Rating: G
Notas: Nada muy interesante, sólo un poco sobre las relaciones Odergand- Eysenck. Y ya sé que en la línea generacional Richard es segunda generación y Will tercera, pero coinciden en edad -w-


Franz - Alexander

Alexander es, ante todo, un bueno amigo -amigo, simplemente un amigo - al que, sabe, amará toda la vida. Por eso, Franz se mira en el espejo cada mañana, odiándose a si mismo y dibujando una sonrisa falsa, porque debe mantenerla, porque debe, ante todo, demostrarle a Alexander que él sigue estando ahí, alegre, vivo, a diferencia del resto. Es mentira, pero si con ello puede hacer que Alexander sonría, vale la pena.


Delilah - Ruth

Que Ruth golpee su cabeza de vez en cuando, cuando equivoca las notas y que se siente a su lado, tomando entre sus manos finas las suyas, pequeñas y torpes, para enseñarle el viaje que debe hacer sobre las teclas de marfil; es una de las cosas que Delilah disfruta más. Es sentir el cuerpo cálido y suave, las formas apenas redondeadas contra su cuerpo y mirar esa sonrisa cómplice de vez en cuando, como diciéndole que está bien, eso que siente -que ella cree, sienten las dos -. Por eso, el día en que la sonrisa se apaga y los ojos verdes no vuelven a abrirse, Delilah se dice a si misma que no vale la pena sonreír si no está ella.


Richard - William

Para Richard, William es ese deseo imposible, el punto inalcanzable y lejano que no puede atrapar ni siquiera estirando las manos. Tras esa mirada que no dice mucho y ese gesto serio que el chico suele mostrar, Richard sabe que hay algo más, algo que tiembla y está a punto de resquebrajarse, fragilidad, inseguridad, miedo. A veces, Richard trata de llegar a ese lugar, con palabras, con acciones, con interés, pero son puertas cerradas y todo se queda en eso, en caricias suaves, en murmullos entre el silencio, en respiraciones pausadas y presencias etéreas, todo sin significado. William es lo imposible y así, de esa forma masoquista, culpable y estúpida, Richard sabe que lo ama. Y si no es amor, es algo muy parecido
.

Kyle - Yukiy

Kyle sabe que le hace daño. Que todo lo relacionado a su relación o pseudo relación con el rubio le hace daño, principalmente, porque no puede soportar -ya no más- el ser el simple plato de segunda mesa. Yukiy es para Kyle lo más importante, lo único que debe de importar. Lo único que desea, lo único que anhela mantener a su lado. Pero Yukiy es un ente inalcanzable. Yukiy es como el viento, capaz de tocarse, incapaz de atraparse en su barrera llena de fisuras. Y a veces, Kyle siente como si no fuera la primera vez, cuando Yukiy le mira con esa indiferencia demostrada siempre en público y frente a Nat, que ha deseado desvanecerse, morir, deshacerse y tal vez, sólo tal vez, ser capaz de olvidar que ante todo es y será siempre sólo la puta que calienta su cama, de vez en cuando.


Patrick - Mikel

A veces siente que no puede alcanzarlo. Que por más que estire sus brazos en su dirección y corra y siga hasta sentir sus pulmones colapsar con el duro golpeteo de su corazón contra sus costillas, no lo alcanzará. Porque Mikel es un cúmulo de actividad, una muestra de ingenio ocasional, un derroche de locura y demasiada -demasiada, tanta, tan odiada- franqueza. Y sin embargo, a veces, ocasionalmente, siente que no es así, que no se trata de alcanzarlo. Es algo que Mikel ya sabe, pero que Patrick descubre después, bastante después. Nunca fue necesario alcanzarle, porque Mikel siempre, siempre le esperó para tomarle de la mano y correr juntos.


Demian - Mara

Mara es como su hermana. Demian lo sabe, han crecido juntos, han andado en buenas y malas tomados de la mano. Demian recuerda haber corrido en el parque junto a ella, junto a su hermano. Y recuerda también cuando ha enfermado, lo que ha dicho enfadada, cada desplante, cada sollozo, las risas y el llanto ocasional. Y sin embargo, Demian se da cuenta de que no era como él creía -no la conocía, no del todo, aunque la amara- el día en que ella le cuenta, abrazada de su cuello, sentados en el sofá y susurrando quedito en su oído, que está enamorada de Travis.


Kasche - Jaden

Ella es feliz, no puede negarlo. Su hermano pequeño sonríe, como antaño, como antes de que la vida se convirtiera en un asco -aunque no está segura de si ese momento existió o fue todo así desde el principio- y sus ojos casi color dorado muestran aquella vivacidad que ella apenas recuerda. Jaden es feliz. Kasche lo ama. Por encima de todo, por encima de si misma, de cualquier otra persona, ella lo ama. Aún conociendo sus defectos, sus virtudes, esas costumbres tontas y esos detalles nacidos de la convivencia, ella le ama. Por eso, si Jaden es feliz -aunque no sea con ella- ella no puede evitar serlo.